TIPS IMPRESCINDIBLES EN NAPOLI 40°50′00″N 14°15′00″E
Ropa tendida, pizza, niños jugando al fútbol en la calle, pizza, tráfico loco, una ciudad subterránea, sfogliatella y sí, también un poco de pizza. Todo eso y mucho más es Nápoles, una increíble ciudad que amas u odias, nosotras somos de las primeras.
Desde el momento en que aterrizas Nápoles te deja claro que no es como el resto de Italia. Caos, suciedad y un montón de ruido pueden asustar un poco al principio, pero aquí hemos venido a jugar, así que lo mejor es dejarse llevar por su ritmo trepidante, cruzar la calle sin miedo y entregarse al disfrute de la vida napolitana. Te contamos qué vimos, qué comimos y qué bebimos en nuestros 5 días en la ciudad italiana.
QUÉ VER:
· Free tour por la ciudad vieja:
Los tour gratuitos en español por la zona vieja de la ciudad comienzan en Piazza Dante y merece la pena realizarlo uno de los primeros días de la visita para comprender parte del valor artístico y urbanístico, así como el carácter intenso de la ciudad.
· Nápoles Subterránea:
Nápoles se construyó hacia arriba puesto que tenía un espacio limitado dentro de las murallas y debido a esto su crecimiento fue siempre vertical. Esto quiere decir que debajo de lo que vemos, hay mucho más. Por eso es interesante el tour por Napoli subterránea en el que podrás descubrir construcciones romanas que fueron usadas como refugio en la segunda Guerra Mundial y hasta el Teatro romano oculto ahora entre las calles y casas del casco antiguo.
· Castel dell’ovo:
Paseo hasta el Castillo para observar la hermosa panorámica de la ciudad, es uno de los más antiguos de la región y cuenta la leyenda que Virgilio escondió un huevo en sus cimientos, si lo encontráis nos decís.
· Vomero:
Puedes subir hasta el barrio de Vomero en metro o funicular. Está en la zona más alta y es súper agradable para dar un paseo, acercarte hasta el Castillo de Sant Elmo y hacer una foto de la ciudad desde las alturas. Se puede bajar a pie y aprovechar para ver Spaccanapoli desde arriba (literalmente “rompe Nápoles”) y recorrerla hasta el final, impregnándote del verdadero espírituo napolitano.
· Cementerio Fontanelle y Barrio Sanitá:
Una de las cosas que más nos impactó fue la visita a este peculiar cementerio que revela el gran culto a los muertos en la zona. Las grandes cavernas escavadas en la colina servían ya de osario municipal con miles de cadáveres a los que se unieron las víctimas de la epidemia de cólera que arrasó la ciudad en 1836. Impresiona ver los huesos y calaveras ordenados y catalogados con el ya de por si inquietante ambiente del espacio.
A la salida no dejéis de dar un paseo bajando por el barrio, tomando un café en la Piazza Sanitá y observando una cara de Nápoles que es más pueblo que ciudad.
· Banksy:
Las fans del artista o del arte urbano en general no pueden perderse la única obra del grafittero en Italia (había una segunda también en Nápoles, pero fue tapada por un writter seguramente sin conocer su valor artístico). Por suerte aún queda una obra intacta y actualmente protegida que ilustra una virgen con una pistola sobre su cabeza a modo de aureola. ¿Dónde? En la Piazza dei Girolamini.
· Escapadas de 1 día:
Si tu escapada es larga y tienes tiempo, hay varias excursiones de un día que se pueden hacer desde la ciudad y que merecen mucho la pena. Pompeya, el Vesuvio, La Costa amalfitana, Capri, Ischia o Procida son algunas de ellas. Échales un ojo y elige la que más te guste, dependiendo de si prefieres una lección de historia o casitas de pescadores de colores.
QUÉ COMER:
No nos engañemos, el motivo principal de tu viaje es ese, comer, comer y comer. Famosa en el mundo entero la pizza napolitana se jacta de ser la mejor del mundo y tras comprobarlo, les damos la razón. Tienen estrictas normas sobre la masa (bordes gruesos, interior fino y cento acuoso), el tomate de San Marzano y la mozarella de búfala. No te obsesiones con el distintivo de Vera Pizza Napolitana y limítate a dejarte llevar por tu olfato.
· Da Michele:
Una de las más célebres de la ciudad y del mundo (Julia Roberts come feliz dentro en “Eat, pray, love”), La antica pizzería Da Michele solo ofrece dos especialidades Marinara y Margarita. Si creías que una pizza sin queso no tiene gracia es porque no has probado su Marinara… para ponerle un piso, para morir por ella, para volver a por dos para llevar al día siguiente. Suele hacerse cola en las horas punta a la entrada, pero se organizan bien por números y si no quieres esperar, puedes entrar, pedírtela para llevar y tomártela sentada en la acera con tu Birra Peroni.
· Brandi:
La pizzería que inventó la pizza Margarita para la reina del mismo nombre tiene un interior que parece que nadie ha tocado desde el siglo pasado. Te da la impresión de que con cada mordisco te comes también un pedacito de historia y la verdad es que es nuestra margarita preferida.
· Starita:
La tercera en discordia no tiene nada que envidiar a las anteriores y casi te dan ganas de besar el horno del que salen esas deliciosas obras de arte. Aquí tienes muchas más opciones para elegir aunque nuestro consejo es que “menos es más”.
· Sorbillo:
La pizza frita tiene tantos amantes como detractores y la verdad es que nosotras no queríamos irnos sin tener una opinión basada en hechos. Así que hicimos un rato de cola en Sorbillo para probar su pizza frita rellena de fior di latte, panceta y tomate. La verdad es que estaba buenísima. Si eres un purista puede que tu religión te impida denominarla como pizza, pero oye rica está, eso es así.
· Prigiobbo:
Esta fue la primera pizzería a la que entramos recién aterrizadas. Nos la encontramos caminando por el Quartieri Spagnoli y no sabemos si es porque es la única vez que tuvimos hambre en 5 días o porque era la primera, pero su margarita y su diavola nos encantaron, además del ambiente familiar. Para colmo la pizza sale a 3,50 € así que sí, entra en la lista.
· Tándem:
No sabemos muy bien cómo explicar lo que sentimos a probar el ragú de Tándem, pero toda referencia sexual es poca. Simplemente tómatelo como algo obligatorio no solo a hacer, si no también a repetir. Conviene pasarse antes y reservar porque siempre está lleno. Prueba sus albóndigas y alguna de sus pastas con ragú con una copa de vino tinto y goza.
· Atanasio:
Probablemente te conviertas en una yonki del azúcar que para en cualquier puesto callejero para comer una sfogliatelle en cuanto pruebes la primera, pero si quieres las mejores de la ciudad y calentitas, tu sitio es Atanasio, cerca de la estación. Ni un guiri, solo locals haciendo cola para llevarse babás, canoli (probadlos también please) y esas conchas rellenas de ricota y felicidad a partes iguales llamadas sflogiatelle.
QUÉ BEBER:
Por la noche hay mogollón de ambiente que comienza con el aperitivo a media tarde y se alarga con cervezas, conciertos y lo que tú quieras. Aunque es cierto que por el centro es un pelín difícil salir del mundo guiri, te contamos los que más nos gustaron a nosotras.
· Slash art /music:
Esta amplia sala que es a la vez una galería de arte, una tienda de discos y un espacio cultural es genial para tomarte la primera copa o cañas porque la música es buena y el ambiente mola un montón. Además tienes unos súper sofás para descansar los pies después de patear sin parar todo el día.
· Piazza Bellini:
En Piazza Bellini y alrededores hay muchísimas opciones para empezar el aperitivo y la mayoría de los bares tienen terraza y música. Así que elige uno y pídete el primer Spritz.
· Perditempo:
Pequeño bar y librería con espíritu guerrero y mucha actitud. La música siempre es buena y el ambiente un pelín underground se agradece para acabar el día.
Cristina Valbuena y Cristina Alonso.
