CAMBIAR EL MUNDO
¿PUEDEN PEQUEÑOS GESTOS GENERAR GRANDES CAMBIOS?
Siempre nos estamos quejando de lo que las grandes empresas le están haciendo al planeta y de lo poco que la clase política hace por poner remedio. Nos quejamos porque es verdad, pero… ¿Qué hacemos como individuos para aportar soluciones? ¿Bastante con quejarse o manifestar en contra o tenemos una parte que mover un poco el culo, renunciar a ciertas comodidades y currarnoslo un poco? ¡Justo, lo ha adivinado! La opción B es la correcta.
Hay muchísimos pequeños cambios que están en nuestras manos para un mundo más sostenible, la pregunta es si estamos dispuestxs a realizarlos. Hoy hablamos con María Negro, activista y divulgadora sobre la sostenibilidad, además de autora de "Cambiar el mundo", una guía que nos ofrece consejos, ejercicios y recursos para reflexionar sobre nuestros hábitos e iniciarnos (o continuar) en este reto a largo plazo con el que no podemos mirar a otro lado porque recordemos…
A continuación charlamos con ella sobre estos cambios de hábitos, la cultura del exceso, el consumo responsable, los viajes, el veganismo, el menos es más … y hasta el amor propio. Esta entrevista es para coger papel y lápiz… no te la vayas a perder.
-Hola María, en tu libro "Cambia el mundo" nos encontramos ante un título ambicioso, ¿Crees que es posible cambiar el mundo a través de pequeños actos en nuestra manera de consumir? ¿Cuál es nuestro poder como consumidoras?
Soy consciente de que es un título ambicioso, pero creo firmemente que para cambiar el mundo hay que empezar por nuestro propio.
Me gustaría que el libro sirviera para remover conciencias, que nos hiciera recuperar el poder que todas tenemos (y muchas veces e nos olvida) como consumidoras, ciudadanas, individuos o madres y nos diera la información, los recursos, las herramientas y la motivación necesaria para empezar a actuar.
Todas somos agentes y líderes capaces de generar un cambio global a través de nuestras acciones individuales en nuestro día a día.
Aunque necesitemos que nuestros gestos diarios estén acompañados de cambios sistémicos y globales para hacer frente a esta crisis climática, no debemos dejar de lado el gran poder de los pequeños gestos individuales. Lo que pensamos, hacemos, consumimos y decidimos tiene un en el entorno y en nuestra mano impacto está contribuir a este cambio de conciencia.
- ¿Cuáles son, según tu libro, los puntos fundamentales en los que a nivel individual podemos conseguir este cambio?
Esta es una guía muuuy práctica escrita desde la empatía y la humildad que muestra cómo podemos tener una vida más sostenible y consciente a través de 10 sencillos pasos que se relacionan con diferentes esferas de nuestra vida: qué prendas y cosméticos utilizamos, qué comemos, cómo nos movemos, qué residuos generamos, cómo consumimos, nuestras pertenencias, etc.
No solo hablo de sostenibilidad sino de mucho más: emociones, feminismo, empoderamiento, autoconocimiento, crecimiento personal, activismo y sobre todo comparto los descubrimientos, dudas, frustraciones y aprendizajes que experimenté yo misma en esta búsqueda hacia una vida más sostenible. Que me ha permitido conocerme mejor, conectar más conmigo misma y vivir más alineada con lo que creo.
-Nos hablas también en él de la cultura del exceso, lo cual nos ha parecido muy interesante. ¿Podrías explicarnos en qué consiste?
Se nos ha vendido la idea de que “somos lo que tenemos” y sin querer, nos lo hemos creído . Vivimos en una sociedad de usar y tirar basada en los excesos. No hay más de darnos un paseo por nuestras casas y ver que están abarrotadas de cosas que apenas utilizamos: armarios llenos de ropa, baños atestados de cosméticos y productos de belleza, neveras llenas de alimentos que acabamos tirando, etc. ¿verdad que sí?
Todo esto nos obliga a vivir demasiado apegadas a lo material ya basar nuestra existencia, identidad y autoestima en el TENER más que en el SER. Reafirmándonos a través de la ropa que vestimos, del bolso que llevamos, del coche que conducimos, etc.
Y en muchos casos nos hace sentirnos culpables, nos genera ruido, bloqueo mental, agobio, ansiedad, estrés y vacío. Buscamos desesperadamente organizar nuestras casas siguiendo el método de Marie Kondo, ganar y liberar espacio, tener paz mental, ser más productivas, todo ello con el fin de recuperar el control y la calma. Aunque en el fondo seamos conscientes de que lo que realmente nos llena, no se compra con dinero: unas cervezas con amigas, perder la noción del tiempo leyendo un buen libro, etc.
Todo esto tiene mucho que ver con la cultura de los excesos en la que vivimos hoy en día. Esa que nos empuja a consumir de manera compulsiva información, contenido y cosas , a acumular objetos y prendas de mala calidad que duran cada vez menos tiempo, a premiarnos a golpe de tarjeta, a vivir desconectadas de la naturaleza, a desperdiciar materiales, a generar cantidades ingentes de residuos… Lo que está claro es que tenemos que repensar nuestra forma de vivir.
-En un mundo tan individualista y capitalista parece imposible salir de la rueda de consumo, hasta en una crisis sanitaria que nos ha obligado a parar, seguido consumiendo de forma compulsiva por otras vías: netflix, amazon… incluso hemos acabado con productos de supermercado haciendo compras muy por encima de lo que realmente necesitábamos. ¿Cuál crees que es la clave para hacer el "clic" y escapar de esta "cultura del exceso"?
Nuestra sociedad está basada en la velocidad. Vivimos en la era del fast fashion, fast food, la productividad, la multitarea, los algoritmos, etc. Comemos, consumimos y tiramos… cada vez más rápido.
Ya lo decía Carl Honoré: «Nuestra cultura nos inculca el miedo a perder el tiempo, pero la paradoja es que la aceleración nos hace desperdiciar la vida». (cita libro Cambia el mundo Planeta)
En mi opinión, la clave para salir de esta rueda es parar, reflexionar y dedicar tiempo a conocernos y cuidarnos más (y mejor). Cuanto más nos conozcamos y más conectadas con nosotras mismas y con el entorno estemos, menos necesitaremos llenar nuestras carencias y vacíos emocionales a través de cosas que no necesitamos.
Para mi la sostenibilidad ha sido - y es- una herramienta de autoconocimiento ya lo largo del libro doy recursos, planteo preguntas y ejercicios para que las lectoras hagan un viaje introspectivo hacia dentro que les ayude a reconectar con ellas mismas, conocerse mejor y tener una vida más alineada con lo que piensan, creen y sienten, sin comprometer al planeta. Es un proceso revelador que trae mucha felicidad y satisfacción personal.
- Tu proyecto "Consume con coco" hace una recopilación de marcas sostenibles y de producción responsable, pero lamentablemente muchas grandes marcas no son transparentes en cuanto a sus sistemas de producción. ¿Existe alguna vía por la que podamos informarnos acerca de esto para saber si queremos seguir consumiendo estas marcas o no?
Ese es el principal objetivo de Consume con coco facilitar esa labor de búsqueda a las consumidoras. Es un escaparate online que recopila propuestas sostenibles y que a día de hoy cuenta con casi 70 pequeñas marcas españolas y responsables de todo tipo: moda, cosmética, calzado, accesorios, decoración, juguetes, etc. ¡Arriba el made in Spain! :)
Al final la clave del consumo responsable está en reflexionar y buscar información y es cierto que las grandes marcas no nos lo ponen fácil. Muchas veces utilizan palabras vagas para describir sus prácticas, tiran de “greenwashing” u omiten información para evitar polémica. Pero aquí nos toca ejercer presión y exigir transparencia a estas empresas, leer sus webs, mirar la etiqueta de las prendas que nos ponemos, ver dónde se han fabricado, preguntar a través de redes qué materiales utilizan, qué condiciones laborales tienen sus trabajadores, etc. . Éste –junto con tragedia de Rana Plaza en Blangladés- son el germen de iniciativas como Quién hizo mi ropa o Quien hizo mi ropa.Iniciativas de este tipo están haciendo que las grandes marcas se pongan las pilas en materia de sostenibilidad. Cada vez que estamos más informadas, somos más críticas y ejercemos nuestro poder como consumidoras.
-¿Qué papel juega el veganismo en la sostenibilidad? Muchas personas lo rechazan ya sea por falta de información, de concienciación o porque lo consideran una postura extrema, ¿Crees que sería suficiente si de manera general todas las personas redujesemos el consumo excesivo de carne?
Lo que hay en nuestro plato está íntimamente ligado con medioambiente, y nos puede ayudar a minimizar nuestro impacto a través de lo que comemos ¡lo hacemos 3 veces al día durante toda nuestra vida !. Además de evitar el desperdicio de comida, apostar por el consumo de alimentos de temporada de Km0 y de origen ecológico, reducir al máximo nuestro consumo de carne y de alimentos de origen animal y revisar lo que comemos puede ser un gesto revolucionario a la hora de minimizar nuestro impacto en el planeta.
“La FAO (La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) calcula que el sector ganadero, especialmente el vacuno, es responsable de la emisión del 14,5% de los gases de efecto invernadero” (Fuente: Libro Cambia el Mundo, María Negro Ed. Zenith 2020)
No se trata de que todas nos volvamos veganas (si no es nuestra decisión) pero reduciendo nuestro consumo de carne y proteína animal y fomentando otros alimentos de origen vegetal como frutos secos, frutas, verduras, legumbres, cereales, etc estaremos siendo mucho más sostenibles y eficientes. Ahorraremos recursos como agua, tiempo, dinero, espacio cultivable y emisiones de CO2; evitaremos la deforestación de reservas naturales y contaminación del suelo, del aire y del agua, así como el sacrificio de millones de animales.
-Nos gustaría también hablar de los viajes, puesto que es algo que nos apasiona y en tu libro le dedicas un capítulo. Nos gustaría conocer tu opinión ¿Es sostenible viajar del modo en que lo hacemos hoy en día? ¿Qué cambios podemos hacer en nuestra manera de viajar?
NO es sostenible viajar como lo hacíamos (ahora con el Covid) nos hemos contenido por fuerza mayor. Coger un avión y recorrer millas de kilómetros para pasar un fin de semana no tiene ningún sentido. Para que nos hagamos una idea un vuelo de larga distancia genera unas dos toneladas de CO2. La democratización del turismo y la irrupción de las compañías aéreas low cost han hecho que podamos viajar sin gastarnos mucho dinero, sin embargo, el impacto medioambiental de nuestros viajes- sobre todo si son aéreos- es enorme. ¿Qué podemos hacer para minimizarlo?
- Limitar los vuelos de larga distancia a uno al año.
- Cuando sea posible buscar medios alternativos como el tren (por ejemplo, para viajar dentro de un mismo país).
- Y en nuestro día a día, dejar el coche a un lado y desplazarnos andando o en bici.
-Una de nuestras tareas pendientes es lograr hacer un consumo ético y sostenible en el terreno de la moda y tu libro nos ha ayudado a seguir concienciándonos al respecto. Así que te vamos a pedir un favorazo. ¿Cuales serian tus imprescindible para construir un armario ¿Sostenible?
Estas son algunos de puntos de los más importantes:
- Utilizar una media de treinta veces (como mínimo) cada prenda de nuestro armario.
- Mantenerlo ordenado para saber muy bien lo que tenemos.
- Customizar, arreglar, y cuidar nuestras prendas y accesorios para aprovecharlos al máximo.
- Fomentar el intercambio, el préstamo, la compra de ropa de segunda mano (¡sé que por aquí hay muchos fans de la 2ª mano!) O el alquiler.
- Fijarnos en las etiquetas y certificaciones a la hora de adquirir nuevas prendas: ¿de qué materiales están hechos, dónde se han fabricado, esta marca es de mi ciudad o país?.
- Apostar por tejidos de origen natural, ecológico y reciclado, así como por materiales de calidad, resistentes y duraderos.
En el libro doy muchas más claves, así que no desvelo todas :)
Otro de nuestros temas preferidos es el amor propio y la aceptación. ¿Necesitamos aceptarnos más? ¿Qué relación tiene esto con la sostenibilidad?
Sin duda. Tenemos que abrazar la imperfección, tener más compasión con nosotras mismas, dedicarnos tiempo, cuidarnos y aceptarnos más.
Hay un capítulo en el que hablo de este tema en profundidad (el 7) el dedicado al baño y lanzo precisamente este mensaje.
“No tenemos que ser perfectas, sino aceptarnos tal y como somos y abrazar más nuestra imperfección”. Existe una gran presión social sobre el cuerpo y el aspecto físico de la mujer, parece que debemos mantenernos inmutables con el paso del tiempo, de los embarazos y las circunstancias de la vida.
Hay muchas industrias como la de la moda, belleza, cosmética ganan mucho dinero a costa de nuestra baja autoestima y de las inseguridades que tenemos las mujeres en relación con nuestro cuerpo. Nos ofrecen soluciones (en forma de productos, tratamientos) que corrijan todo aquello que «no es perfecto» o no encaja en unos determinados cánones en torno a nuestro cuerpo y nuestra apariencia. Por eso uno de los principales tips que doy en el libro para tener un baño más sostenible es empezar a revisar nuestros juicios internos sobre nuestro cuerpo y trabajar nuestra autoestima y aceptación para necesitar menos cosméticos.
-Para despedirnos… ¿Qué podemos hacer para que esta voluntad de cambio se contagie a nuestra gente, nuestro entorno?
Compartir nuestro proceso, hablar de los beneficios, de lo que nos está ayudando o aportando tener una vida más sostenible, contagiar a los de nuestro alrededor a través del entusiasmo, no del juicio, ya que cada uno tenemos nuestro proceso. Todas podemos convertirnos en agentes y líderes de cambio, capaces de inspirar y motivar a otras personas gracias a la tecnología y herramientas como las redes sociales. Podemos ser “influencers” de nuestras amigas, primas, hermanas, compañeras de trabajo,somos capaces de transmitir esa información, compartir ese blog, recomendarles ese libro que nos está enseñando algo para provocar ese efecto de bola de nieve que haga que cada vez seamos más las que intentamos aportar nuestro granito de arena para vivir de manera más respetuosa con el planeta.
Muchas gracias por todo María, ha sido un placer !!!
Os dejamos con una cita del libro y esperamos que este post os haya ayudado a seguir tomando conciencia:
" Las personas que viven en consonancia con lo que piensan y con lo que creen son dueñas de sí mismas, están empoderadas y son plenamente sabedoras del potencial transformador que tienen sus actos y decisiones y por ello actúan en consecuencia."
Cristina Alonso y Cristina Valbuena.