MATERNIDAD CON GAFAS. CONSUMISMO Y PINKWASHING.
CAP V. CONSUMISMO Y PINKWASHING DE LA MATERNIDAD EN IG.
Pues sí amigas, aquí vuelve nuestra sección Maternidad con gafas, liderada y escrita por nuestra querida @modernacongafas. Esta sección tenía previsto haber finalizado el pasado curso, pero cosas de la pandemia, no pudo ser. No es que nadie nos lo impidiese, pero con el confinamiento y todo lo que pasó, ni a Laura ni a nosotras nos salía ponernos a ello y como estas cosas es mejor cuando salen de dentro, finalmente escuchamos a nuestro cuerpo y dijimos… ya lo haremos, cuando haya ganas. Así que aquí estamos con el quinto y penúltimo capítulo de esta amada y controvertida sección que hoy viene a hablar nada más y nada menos que del mal y el capitaaaaal!!!. Agárrense a las sillas que vienen curvas.
Te pasamos la palabra, Laura:
Lo de la percepción selectiva.
Recuerdo una vida en la que no tenía ni idea de donde estaban los comercios de puericultura, había olvidado mi contraseña de Wallapop y en instagram nunca me aparecían productos para embarazadas, bebés y niñes. Los cuatro bebés que a veces se colaban por allí eran hijes de amigues y bueno claro, las recomendaciones del Pupitre de la Profe, que esas me encantan. Por alguna razón que desconozco instagram me ahorró los anuncios de tests de embarazo y los de clínicas de fertilidad solamente me los empezó a ofrecer cuando ya hacía un mes que había parido. Y ahora no hay vuelta atrás. Si paseo, detecto las tiendas de puericultura, en instagram, me salen sponsored y recomendados de puericultura y embarazo, y tuve que crear una cuenta nueva en Wallapop para poder comprar artilugios de segunda mano para bebés.
Como el capitalismo neoliberal (no es una manía mía este nombre, es el paradigma en el que vivimos) solamente funciona si tu compras muchas muchas muchas cosas (y si te endeudas para comprarlas también, siempre y cuando puedas pagar la deuda y los intereses), el nicho de mercado de la maternidad/paternidad es muy atractivo. Gana la banca.
Lo de consumir.
Madres-padres primerices y amigues-familiares son el objetivo ideal. Las personas gestantes especialmente, porque les puedes vender cosas desde antes de parir, lo cual aumenta el beneficio. Ropa interior, ropa exterior, cojines, bañadores, cremas especiales, aceites esenciales, cursillos “para embarazadas” de todo tipo desde cerámica hasta cocina sin gluten pasando por los clásicos yoga y piscina.
Y luego claro viene lo bueno: la sillita de paseo, la de viaje, la del coche, la trona, el cambiador, el foulard de algodón orgánico, el porteador de diseño ergonómico, la cuna, el moisés, el cojín que va dentro, el móvil de 0-2 y el móvil de 2-4, el armario, “la ropita”, la bañera, los juguetes, la cuna de viaje, la trona de viaje, la bañera de viaje, los pañales eco de un solo uso, los pañales lavables, el chupete, los bibes sin BPA, los zapatos para bebés que no caminan, los de sus primeros pasos, el bañador con protección solar, el gorrito con protección solar, la crema solar mineral sea friendly, el sacaleches, la sesión de fotos analógicas, la cubertería de bambú, el libro de BLW, los aceites de masaje, las cremas varias, las vacunas, las colchonetas de juego, la hamaquita, la hamaca, los libros no sexistas, los y las muñecas cosidas a mano en Teruel con hilo de Manresa hecho con algodón orgánico andaluz, el kit de playa de bioplástico de caña de azúcar, el tipi de algodón orgánico, la estantería montessori, el rodari y la pelota pikler de las pelotas. Y seguro que me olvido algo.
Hipster o Hippie. Sexista o Genderneutral. Ecologista o Isla de plástico flotante. Consumista o Zerowaster. Lo único que importa es que tengas dinero para gastar, el mercado de consumo te ofrecerá todos los productos que “necesitas” y teniendo en cuenta tus gustos, tus valores y tus temitas ideológicos. No hay escapatoria, vas a terminar con más de la mitad de la lista del parágrafo anterior. Gana la banca.
Lo de las influencers.
Seguro que habéis paseado alguna vez por el perfil de alguna instamami estupenda. Lo tiene todo: todos los productos de la lista anterior, nuevos y de la marca que hay que tenerlos. La trona, la silla de paseo, la de viaje, la cuna, incluso el tipi. Además se recuperó del tercer parto super bien, igual que de los demás, porque su fisioterapeuta de suelo pélvico le hizo una rutina de hipopresivos y ejercicios de Kegel muy funcional que pudo compaginar perfectamente con su vida cotidiana. El parto fue natural y sin puntos, al día siguiente ya estaba en casa, la lactancia materna exclusiva le va de maravilla, y, como ahora está de moda hablar de maternidades reales, pues se ha sacado una foto en bikini en la que muestra su panza impecable post-parto y se sincera sobre la dureza del post-parto. Tú te estás tomando una cerveza con unas patatillas mientras haces scroll y observas esos bellísimos pliegues que se forman a la altura de tu ombligo.
Que angustia, que ansiedad, descubrir que todos y cada uno de esos productos de puericultura son carísimos, que la sillita de paseo esa tan molona pesa una tonelada y tú vives en un tercero sin ascensor, que la trona nórdica evolutiva que todas tienen cuesta 200€ para empezar y súmale accesorios, y que en tu piso de 50m2 no caben una cuna, un cambiador y un tipi. Hay que sacrificar algo pero ¿qué?
Qué desencanto, qué decepción, descubrir que tú no has hecho el masaje perineal tan bien como ellas y los puntos duelen, que las grietas en el pezón también, que la fisioterapeuta de suelo pélvico te la vas a tener que pagar tú, que el puerperio es jodido, que tu útero se está deshinchando lentamente y ahora mismo parece que has ido a una calçotada, que no te pusiste tanta crema como ellas, o no tan cara, y tienes estrías, que los bebés se despiertan durante la noche y tu tienes sueño y luego tienes ojeras ¿por qué ellas no tienen ojeras?
Qué desencanto, qué culpa, descubrir que a ti no se te da bien lo de los juegos de mesa en família, que tus hijes no quieren montar puzzles de cartón reciclado, que les gusta más un muñeco de plástico que les regaló alguien sin tu consentimiento que un xilófono artesano de bambú, que la estantería montessori se te ha roto, que tú también querías hacer lo de sin pantallas de 0 a 3 y menudos Disney bien sexistas se han devorado durante el confinamiento. ¿Cómo lo hacen las instamamis?
Las Carmen Polo de instagram.
Las primeras damas de los líderes de ese partido de extrema derecha que ha entrado en tromba en el Congreso. Y sus amigas. Tienen millares de seguidores, miles de likes, familias numerosas y perfectas, casas perfectas, ropa perfecta, vidas perfectas. Incluso tienen un canal de YouTube perfecto. Son bellas, estilosas, elegantes, madres abnegadas y empresarias de éxito de sus negocios creativos. Y son super simpáticas. No importa que estén casadas con líderes fascistas. No importa que perpetúen roles conservadores y machistas. No importa, porque son ideales. Tal vez no las sigas, pero muy probablemente alguien a quien sigues sí lo hace. Y siguiéndolas, dándole al like, blanqueamos no solamente la maternidad perfecta, sino también los valores que defienden sus señoros en las instituciones políticas.
Las guerreras.
Por supuesto que existen cuentas empoderadoras. Cuentas que te hacen preguntarte cosas, cuentas que responden a preguntas, con las que creces, que te ilusionan, que hacen que te sientas menos sola, con las que aprendes, y todo ello sin necesidad de estar siempre de acuerdo, porque a medida que sabes más, lees más, aprendes más, tienes una opinión propia más sólida y por consiguiente más posibilidades de divergir en algún punto. Esta comunidad de guerreras también está en instagram. Personas que acompañan. Matronas, asesoras en lactancia, psicólogas, fotógrafas, escritoras, periodistas, actrices, ilustradoras, y muchas otras personas que están ahí, al pie del cañón, compartiendo y luchando, aportando y visibilizando.
BONUS TRACK.
Imposible listar todas las cuentas maravillosas que conozco así que aquí van 5 recomendaciones muy variopintas.
1. La entrevista de Lulu Biaus a Esther Vivas, mamás desobedientes.
2. Papapá, grupo de crianza de padres.
3. Tetaaporter, pedagogía del sentido común
4.Maternidades, una serie creada para instagram, con mucho humor.
5.Laia Casadevall, matrona y activista generosa y didáctica.
Moderna con Gafas
Y esto ha sido todo por hoy, amigas. Ojalá este texto os haya gustado y hecho pensar tanto como a nosotras. Todavía nos queda el último capítulo de Maternidad con gafas, pero aquí os dejamos los anteriores por si os perdisteis alguno. Hasta pronto!
Cap I: Paternalismo y condescendencia.
Cap II: El miedo al parto.
Cap III: El post parto.
Cap IV: ¿Es niña o niño?
Cristina Alonso y Cristina Valbuena.