THE VELVET UNDERGROUND & NICO

THE VELVET UNDERGROUND & NICO

The banana álbum

El que es hoy uno de los discos de Rock más exitoso y reconocido de la historia tuvo un debut más bien modesto, siendo un fracaso inicial de ventas, teniendo que esperar años para convertirse en lo que es hoy, 45 minutos y 58 segundos de preciosismo, experimentación y rock and roll.

La grabación duró a penas cuatro días de 1966 en Nueva York, aunque se repitieron algunos temas meses más tarde en Hollywood. El disco no se publicó hasta 1967, debido al rechazo de la mayoría de discográficas por los temas abordados en las letras así como por su extraño sonido, tan diferente a todo lo que se había hecho hasta el momento.

 El disco a penas se vendió en su momento y fue años después cuando el público y la crítica lo reconocieron y alabaron, por lo que ha influido tantísimo en generaciones posteriores pero no en la suya propia.

Pero ¿qué fue lo que hizo que los astros se alinearan dando como resultado final este icono de la música?.

 

 

 En primer lugar la ambición literaria de Lou Reed, fanático lector de Burroughs y Ginsberg, provocó que introdujera en las letras temas que, hasta el momento, no se abordaban en el rock. Drogas, prostitución, sadismo, desviaciones sexuales… en palabras del propio Lou, “Es el tipo de cosas que te gusta leer y te divierte escuchar, por qué no?”. Además su particular dialecto neoyorkino, así como su especial habilidad para las melodías fueron la fórmula perfecta que dieron como resultado temas como “Venus in furs” (inspirada en una novela del S. XIX cuya temática era el BDSM), o “Waiting for my man” (canción que relata las desventuras de un tipo para conseguir su dosis de heroína).

A todo lo anterior se suma el talento de John Cale, quien alentó al uso de nuevas maneras de producir en la música, consiguiendo ese sonido tan Velvet, un volumen corrosivo que dio como resultado ese ruido que no puedes dejar de escuchar.

Detrás del proyecto, o delante, la estrella del Pop Art por excelencia, Andy Warhol en su mejor momento, cuando todo lo que tocaba, se convertía en oro. Aunque tuvo poca influencia en la grabación y producción, se encargó de facilitar su independencia para que pudieran permitirse seguir siendo auténticos y únicos.  Realizó también el diseño de la mítica portada, un plátano amarillo al lado del cual se podía leer “Peel slow and see”. ¿Y al despegar la pegatina?, la figura de la fruta en color rosa en una clara alusión fálica, provocación constante.

Nico fue otra de las aportaciones de Warhol al disco. La fascinante y enigmática alemana fue la estrella invitada y la solución que propuso Andy debido a que no le gustaba la voz de Lou. El pretexto fue que “así la gente tendrá algo que mirar”. Pero Nico era mucho más que una cara bonita y, a pesar de los intentos de boicot iniciales por parte del grupo, consiguió meterse a la banda en el bolsillo, llegando a seducir al propio Reed que le cedió las voces en Femme Fatale (canción inspirada en la malograda actriz de la Factory, Edie Sedgwick).

El resto de la historia ya nos la conocemos, Warhol acabó a tiros con el grupo, John y Lou siguieron juntos parte del camino hasta que continuaron por solitario. Pero lo cierto es que más allá de la provocación y las polémicas, cuando la aguja baja, rasga el disco y suena el tintineo inicial de “Sunday morning”, la dopamina se dispara en nuestro cerebro, un rayo de sol entra por la ventana y el mundo es un lugar más bonito.  En ese momento te vienes muy arriba y quieres tener el flequillo de Nico, su rollazo, ¿qué coño?... quieres ser su mejor amiga. Pero no te equivoques porque, aunque no lo creas, la voz femenina que entona esta preciosa canción inicial es la de Lou Reed. Él y John Cale la compusieron de after en casa de un amigo y nos la regalaron para hacernos a todas un poco más felices cada mañana de domingo. 

Cristina Valbuena y Cristina Alonso

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