COMERSE ROMA EN 10 PASOS
Cualquier excusa es buena para volver a Roma a disfrutar de sus días azules y sus atardeceres naranjas, de sus paseos infinitos por calles que te pueden enamorar a la vuelta de cualquier esquina. Lo mejor es cuando ya has ido varias veces y has hecho check en los museos y monumentos históricos imprescindibles, porque así puedes dedicarte a perderte, a observar y… A COMEEEEEER. Italia es nuestro país favorito para ponernos moradas y su capital no iba a ser menos, por eso hoy os dejamos nuestros 10 lugares para comerse Roma que descubrimos en nuestra última visita a la ciudad eterna. Vais a necesitar un babero y un buscador de vuelos, ¿estamos?
SANT’ EUSTACHIO CAFFÉ
Aquí nos vamos a dejar de cafés modernos minimalistas con bicicletas colgadas del techo, estamos en Roma, chavalas. El café es una religión desde años antes de que tú supieses lo que es un tostador. Entrar en Sant Eustaquio es como hacerlo en un templo, ha de hacerse con fascinación, disfrutando de los olores, el mobiliario de siempre, sus carteles antiguos, los camareros con traje… Todo auténtico, todo mola. Si tienes suerte de pillar sitio en la terraza pídete dos cornettos (el cruasán, no el helado) , dos espressos y a gozar.
ANTICO CAFFÉ GRECO
Considerado el café más antiguo de la ciudad y el segundo más antiguo de todo el país. Una joya que merece la pena visitar, aunque solo sea por imaginar todas las tertulias y aventuras que han tenido lugar allí dentro. Entre sus clientes más célebres han estado Goethe, Schopenhauer, Stendal o el mismísimo Orson Wells.
GIOLITTI
No hay italia sin helados, uno cada media hora aproximadamente o eso nos gustaría. Por eso mismo no se puede pisar Roma sin ir, por lo menos una vez, a Giolitti, la heladería más antigua de la ciudad, fundada en 1890. Si algo funciona durante tanto tiempo es por algo. Marchando pistacho y avellana… ¿quieres nata? POR SU PUES TO.
DELLA PALMA GELATO
Para disfrutar de estos helados tendrás que hacer cola un ratito pues es otra de las más famosas y grandes de la ciudad. Ofrecen hasta 150 sabores y los elaboran ellos mismos con productos naturales de todo el país (y algunos del extranjero). Lo mejor de Della Palma es que está al lado de Piaza Navona y no imaginamos un lugar mejor para sentarnos a chuperretear nuestro cono de nutella.
ANTICO FORNO ROSCIOLI
Lo de este lugar es para entrar y quedarte allí a vivir, engordar y ser feliz el resto de tus días. Casi siempre hay cola, pero si vas prontito seguro que pillas sitio en una de sus pequeñas mesas exteriores para zamparte su pizza rossa o bianca… y si no hay sitio da igual, llévatela y ya encontrarás dónde comerla. No te olvides de añadir a la lista alguno de sus dulces, de postre. VOLVERÁS a por más.
HOSTARIA ROMANA
Si como nosotras, eres de las que saliva solo escuchando “carbonara”, aquí ponen una de las mejores de la ciudad, al menos de las que han probado unas servidoras. El restaurante es peculiar, con servicio de toda la vida, comida de recetas tradicionales y sin ninguna pretensión más allá de darte bien de comer. Nos gusta. Si pasas cerca puedes reservar para más tarde o para el día siguiente, porque suele llenarse y hacer cola es un rollo.
SORA MARGUERITA
Un momento, pero que estamos en Roma, ¿es que no pensáis llevarnos a comer Cacio e pepe? A ver, todo el mundo tranquilo que vamos YA. Nos vamos a zampar un buen plato en Sora Margherita, un restaurante pequeño, rollo rústico y de cocina tradicional romana. ¿Se puede repetir? Se puede.
MAMI
En una esquina muy cerca de Piazza Navona verás una fachada cubierta de hiedra de la cual sobre sale una cola más larga de lo que desearías. Es la cola de MaMi, donde encontrarás una de las mejores pizzas al corte de la ciudad. Roma bien vale una misa y MaMi bien vale una cola. Ponte ahí que no tardas tanto.
PANE E SALAME
Pero no solo de pizza y pasta viven las Girlys, así que os vamos a chivar dónde comer un buen panini, un bocata de toda la vida, vamos. En Pane e Salame son expertos en embutidos italianos de la mejor calidad y se pueden disfrutar en formato tabla o entre dos panes. Nosotras nos lanzamos directas a por el de porchetta (menudo vicio). El local es pequeñito, pero si esperas fuera tomando una Peroni no tardan mucho en buscarte una mesa.
Y con esto y un cannolo… hasta mañana, chavalas!
Cristina Alonso y Cristina Valbuena.