SAN FRANCISCO! WEST COAST ROAD TRIP. VOL II.
Dejamos atrás Oregón, sus montañas verdes y sus anchos ríos para entrar en el Estado de California, donde todo nos parece un poco como en las pelis y cuanto más al sur, mas película. Estamos deseando llegar a la ciudad de la que todo el mundo habla maravillas, pero antes, haremos un par de paradas para entrar en calor (y no morir de la paliza en coche).
EUREKA!
El pueblecito que más nos gustó de todo el viaje fue sin duda alguna Eureka. Es verdad que no esperábamos mucho y casi llegamos allí de casualidad, pero descubrimos un lugar fantástico al lado del mar, con tiendas de segunda mano, restaurantes preciosos, tiendas de discos y bares con mucho rollo. Estos fueron nuestros preferidos:
Little shop of hers
Esta pequeña tienda vintage es un espectáculo y nos atreveríamos a decir que casi la mejor de todo el viaje. Increíble selección de prendas clasificadas por décadas, limpias y en perfecto estado. Además la dueña es absolutamente encantadora y nos ayudó a encontrar los vaqueros de campana de nuestros sueños.
Los bagels
Para comer entramos en Los bagels, que ya os podéis imaginar cual es el plato estrella de su carta. Hacen los panes allí y tienen varios sabores a elegir, el relleno te lo creas tú. Buenísimos.
Living the dream
En esta heladería si que vas a vivir tu sueño. Preparan los conos allí mismo, delante de tus narices, las cuales te guiarán hasta su puerta guiadas por el olor a oblea recién tostada. Además los sabores son una auténtica locura, ¿recomendación? caramelo salado. Buenísimo.
FORT BRAGG!
Seguimos por la nacional 1 y las vistas son una maravilla, tanto si dan al mar como si te adentras dentro del bosque, con el sol colándose entre los altísimos árboles. En pleno apogeo visual acabamos encontrando (sin buscarla) la bellísima puesta de sol de Fort Bragg, no nos podíamos creer que fuese tan bonito.
SAN FRANCISCO!
Y por fin llegamos a San Francisco, la niebla tapaba el final del Golden Gate y nosotras no dábamos crédito a estar allí, lo habíamos visto tantas veces que se hacía extraño y familiar a la vez. Todo el mundo callado en el coche y pelos de punta ante la majestuosa entrada a la ciudad.
Nos alojamos en el hotel “Americana” en el barrio de Soma, que está bastante céntrico si quieres moverte a pata. El hotel es bastante chulo, las habitaciones molan y tiene piscina, pero es verdad que está un poco lejos de las zonas más molones: Mision y castro.
Pasamos 4 días completos en la ciudad y la verdad es que la vimos sin prisas y permitiéndonos “perder” el tiempo callejeando, mirando tiendas o tomando birras, que también mola en los viajes.
Hicimos tantas cosas y tantas nos gustaron que vamos a hacer una selección de nuestras preferidas, porque si no estaríamos aquí eternamente y vosotras os cansaríais de leer, claro.
Taquería Pancho Villa:
Te vas a hartar de comer tacos, pero aquí te recomendamos que pruebes los burritos. Un negocio familiar que lleva años en la ciudad, por algo será. Está todo buenísimo y es ridículamente barato. Must.
Clarion alley mural project:
En vuestros paseos por Mision no dejéis de entrar en este callejón para ver todas las pintadas reivindicativas que contiene de principio a fin. Feminismo y diversidad. Nos gusta.
Dolores Park:
Pillar algo de comida para llevar y hacerse un picnic en el parque Dolores es lo más parecido a sentirse un poco lugareño. El ambiente que se respira es una pasada, te entran ganas de hacerte las maletas e irte a vivir allí. Las vistas desde la parte más alta merecen mover un poco el culo hasta allí.
Reformation:
Obviamente no podíamos pasar por USA sin entrar en Reformation y ahorrarnos las malditas tasas en algún caprichito. La experiencia en la tienda es todo un 2.0. Todas las prendas expuestas son muestras, tú seleccionas las que quieres y las tallas, se lo dices a la chica y te preparan el probador personalizado. Una vez allí abres una puertita y voilà, un armario creado con todo lo que te quieres probar. Además puedes conectar el iphone para que suene tu música por los altavoces y en la pantalla vas seleccionando cambios de prendas etc… Mola todo y la ropa más.
Limon SF:
Un poco de comida peruana para salir del mundo taco. Aquí sirven un pollo asado brutal y unos anticuchos que les quieres poner un piso. Ah y el ceviche… qué rico!
Hot Cookie:
Galletas con formas eróticas y también las normales, pero todas ellas riquísimas y recién hechas. En el barrio de Castro justo al salir del metro. Nosotras probamos la de Matcha y chocolate blanco. Buenísima.
Dog eared books:
También en la calle principal del barrio de castro encontramos esta tienda con una selección amplísima de literatura queer y feminista. Salimos de allí cargaditas.
Iza ramen:
Nos habían contado que era el mejor ramen de la ciudad y, aunque no probamos más, si no lo es seguro que se acerca. Solo tres opciones en la carta, eso sí, las tres te harán muy feliz.
Mazarine Coffee:
Seguimos salivando al ver las fotos del viaje con las tostadas de aguacate y huevo del Mazarine. El café más que correcto.
Café Trieste:
Aquí es donde Coppola escribió el guión de “El Padrino”. Se respira autenticidad desde metros de distancia. Entra a tomarte algo al café Trieste porque es el lugar con más rollazo del planeta.
Musée Mecanique:
La zona del muelle 39 es diferente al resto de la ciudad. Una actividad diferente, divertida y gratuita es la entrada al museo mecánico de la ciudad. Con pasillos atiborrados de máquinas arcade antiguas que funcionan con monedas de 25 centavos. Podrás hechas un pulso que mida tu fuerza, que Zoltar te lea el futuro o saber cómo te va a ir en el amor. Mola todo.
Pier 39:
Leones marinos, algodones de azúcar, carruseles y globos de colores. Un paseo por el muelle que es como un viaje en el tiempo. La pena es que esté TAN lleno de gente, no vayas en fin de semana. (Nosotras comimos en un foodtruck de fish and chips bastante auténtico “The Codmother”)
Blue Bottle Coffee:
Mejor ir entre semana porque se llena, aunque es verdad que vale la pena esperar un poco y probar uno de los mejores cafés de la ciudad acompañado de su Grilled cheese sandwich.
Museo Lgbti:
Precioso espacio en el barrio de Castro que rinde homenaje a todas las y los valientes que comenzaron la lucha activista por los derechos de diversidad sexual en la ciudad. Es pequeño, pero lleva un ratito y diríamos que es (casi) obligada la visita.
Wise Sons Jewish Delicatessen:
Adictas al pastrami, aquí tenéis vuestro templo. Sándwich del dichoso manjar preparado como dictan todos los mandamientos, con su pepinillo, su mostaza, su guarnición de col o puré de patata… es un poco caro para ser un bocata (sobre 30€) pero es verdad que viene cargadito.
Y esto es todo amigas, deseando que os sea muy útil. Nos vemos en la tercera y última parada… LOOOOOS ÁNGELES.
Cristina Alonso y Cristina Valbuena.