PREVENIR LA LGTBI FOBIA

PREVENIR LA LGTBI FOBIA

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Cuando nacemos nos meten en una cajita (metafóricamente hablando, no nos liemos). Hay dos cajas: niña o niño. Esas cajitas llevan asociadas un color (rosa, azul), unas preferencias por juegos, deportes, profesiones e incluso nos presupone una orientación sexual (complementaria al otro género)… y les otorgamos un carácter de innato o natural, convirtiéndolas por tanto en incuestionables e inmodificables. 

Pero ¿Y si en lugar de entender el género desde una visión biológica lo vemos como una construcción cultural? “La mujer no nace, se hace” decía Simone de Beauvoir, y  el hombre también. Desde el momento en que llegamos al mundo se potencia en nosotros una serie de cualidades, preferencias y valores según nuestro sexo al nacer. Sucede entonces que  cualquier niño o niña que no se sienta cómodo dentro de esos roles o tenga una expresión de género, una orientación sexual o una identidad de género que no entre dentro de esta norma, sea marginad@ o castigad@ por ello.

Todavía  hoy “eso es de niñas” se sigue oyendo en las aulas diariamente como algo negativo. Las niñas que juegan al fútbol siguen siendo "marimachos" o "chicotes". Los niños que prefieren pasar su tiempo con otras niñas son señalados como “afeminados” o “mariquitas”. Parece que nos sentimos mejor cuando todo está en su caja, sin cambios, como ha sido siempre. Pero y si en lugar de trabajar con el “diferente” para que vuelva dentro de la norma, lo que hacemos es romper las cajas, difuminar las diferencias, comenzar a de construir los roles asociados al género.

Si creamos un espacio donde niñas y niños se muevan y expresen libremente en estos términos, seremos capaces de prevenir problemáticas como la lgtbi fobia y el sexismo, porque ambas discriminaciones tienen la misma raíz. Si no hay cosas de niños, ni de niñas, si son simplemente cosas, nadie se sentirá raro, ni fuera de lugar y tod@s decidirán libremente a qué jugar, como moverse, vestirse o a quien querer.

Para celebrar el Día del Orgullo LGTIB hemos hecho una selección de cinco cuentos para leer a estas niñas y niños que crecerán comprendiendo y respetando las diferentes formas de ser, amar y vivir nuestra sexualidad.

 

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Titiritesa

Titiritesa vive en el mundo de Anteayer con su madre Mandolina, quien espera de ella que encuentre un buen marido y se convierta en una mujer refinada.  Pero las inquietudes de Titiritesa no pueden distar más de las de su madre, ella aspira a salir de los muros de palacio, vivir aventuras por el mundo entero, conocer un ogro que no es malo, solo necesita cariño y enamorarse, quizás de otra princesa de labios dulces… Una historia preciosa que rompe con todos los moldes y  presenta a l@s peques de la manera más natural posible el amor entre dos mujeres.

 

La mitad de Juan

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Juan decide dejar de hacer “cosas de niña” porque está harto de que le digan que los niños no lloran o que a dónde va con esa camiseta rosa. No quiere que se metan con él, pero empieza a sentir que le falta algo… El hada menta le ayudará a encontrar su otra mitad y así sentirse completo.

A través de este cuento trasmitimos a los niños y las niñas la importancia de respetar cualquier expresión de género, recordándonos a nosotros mismos que rompiendo los roles clásicos les ayudaremos a expresarse de manera más libre y sin prejuicios.

 

Con Tango son tres

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Una historia real ocurrida en el zoo de Central Park en Nueva York. Tango fue la primera pingüino que tuvo dos papás después de que Rob Gramzay les diese la oportunidad (depositando un huevo en su nido) de tener una cría tras observar a la pareja incubar una piedra sin resultado alguno.

“Con Tango son tres” es una de las maneras más bonitas con las que podemos introducir los nuevos modelos de familia.

 

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Monstruo rosa

Monstruo rosa vive en un mundo gris. Él es el único diferente y aunque intenta adaptarse, decide salir en busca de un lugar en el que pueda ser él mismo. Gracias a esta aventura descubre un universo multicolor con un montón de seres diferentes y únicos, como él.

Monstruo rosa nos habla del valor de la diferencia, de cómo aprender de ella y valorarla como uno de los elementos más enriquecedores de nuestra realidad. ¡Qué viva lo diferente!

 

Soy  Jazz

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Desde que tenía dos años Jazz supo que era una niña, aunque el resto la tratasen y considerasen niño.  Jazz quería ponerse ropa de niña y vestirse de sirena. Todo era confuso en su casa hasta que su familia entendió que era trans y decidió apoyar a Jazz en su camino y decisiones. 

Este cuento trata una historia real de una manera sencilla y que puede ayudar tanto a peques, familias y colegios a comprender mejor un tema aún desconocido por la mayoría y que afecta a nuestras niñas y niños, la transexualidad.

 

Cristina Alonso Y Cristina Valbuena.

ORGULLO GAY MADRID 2018

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LIBROS DE ILUSTRADORAS ESPAÑOLAS

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