BARCELONA 41°22′57″N 2°10′37″E
72 HORAS EN LA CIUDAD Y PLANES PARA NO DESPERDICIAR UN MINUTO
En Noviembre de 2004 (¡Dios, cuánto tiempo!) pusimos por primera vez los pies en Barcelona y desde el minuto cero... flechazo total. Desde entonces hemos vuelto tantas veces que ya tenemos nuestras rutas, nuestras fobias, nuestros rituales fijos... y por eso hemos venido a contarte qué haríamos nosotras si tuviéramos solo 3 días para estar en Barcelona. ¡Allá vamos!
DÍA 1
Desayuno en Casa Bonay. Empezamos el día en uno de hoteles más chulos de la ciudad. El edificio es clásico pero el interior no tiene nada que ver. Te puedes dar un paseo por el Lobby, husmear la tienda o la azotea pero a desayunar, vete a Satans coffee. El mejor café de la ciudad acompañado de dulce (mención especial a los donuts de La Donutería), salado (atención a los buns o los huevos). Disfrútalo con calma, lee un ratito y no pidas wifi porque pasan de ese rollo.
Paseo hasta El Born. Baja por Carrer de Girona hasta Plaça Sant Pere y sigue todo recto hasta Plaça de Sant Agustí Vell. Párate a mirar, haz alguna foto y empieza a acostumbrarte a que todo sea bonito.
Si tienes ganas de hacer alguna compra puedes ir a dos de nuestras tiendas favoritas en la ciudad:
Ivori Bcn es una pequeña y preciosa boutique con una selección brutal de marcas catalanas. Ropa, zapatos, bolsos y complementos... lo vas a querer todo.
Chandal Store comparte el espacio con Impossible Proyect y en él encontrarás cámaras instantáneas, revistas de vanguardia, libretas preciosas, objetos de decoración, juguetes de estilo nórdico... es decir, un montón de caprichos para la lista.
Antes de irte del barrio y, si ya es la hora, tómate un vermut y unas bravas en Bornmouth.
Búscate una bici. Puedes robarle el bicing a un amigo o alquilarte una pero llegados a este punto, necesitamos una bici. Acércate a los Encants para trastear un poco en busca de algún objeto antiguo o prenda de segunda mano. En la parte de arriba puedes tomarte un cava rosado en Can Paixano (somos fans del de la Barceloneta pero siempre está lleno, este no).
Seguimos con nuestra bici hasta Poble nou y podemos parar en Espai Joliu, un espacio acogedor dedicado a las plantas dónde tomar algo y llevarte alguno de sus maceteros o ilustraciones.
Green Spot. Es hora de comer y tienes que probar este vegetariano. El espacio es increíble, sus zumos te ayudarán a retomar fuerzas y el curry verde o su pizza negra de carbón te van a flipar. La mesa se llenará de color y tu estómago de buen rollo.
Paseo por la playa. Aprovecha la bici para darte un paseo largo por la playa, parar dónde te apetezca (o haya menos gente) y disfrutar de esas vistas, que todas las que no tenemos mar, echamos tanto de menos durante todo el año.
Cañas en La plata. Subimos hasta el Barrio Gótico y aparcamos la bici por hoy. Unas cañas en La plata para empezar, el bar más auténtico de la zona. Las más atrevidas pueden beber vino directamente del porrón, aunque aún recordamos un vestido arruinado de por vida gracias a un error de cálculo. ¿De tapa? Pescadito frito.
Cena en Costa Pacífico. Para cenar quieres algo rico, obvio. Uno de los mejores ceviches de la ciudad lo dan en aquí, muy cerquita de las cañas. Colorido y con una barra al fondo digna de foto. Tienes que pedir la torta de atún picante, el ceviche clásico, un par de tacos y cómo no, un par de micheladas... Bona nit.
DÍA 2
Desayuno en Takashi Ochiai: Sí o sí tienes que venir aquí. Especializados en pastelería japonesa, bordan los postres con té matcha. Sus croissants, dorayakis o mochis son totalmente adictivos. Recomendamos llevarse unos cuantos de souvenir para casa.
¿Unas compras? Vamos a aprovechar el mayor momento de energía del día antes del vermut (que haremos en Morro fi) para darnos una vuelta por Urban Outfitters (queremos uno en Madrid, ¡ya!) y darnos algún capricho o llevarnos un recuerdo impreso de su foto matón.
Brunch en Trópico. Cocinas del trópico y cócteles de frutas; el brunch de Trópico es diferente y merece mucho la pena. Además el local es una pasada, prepara el Instagram.
Con la barriga llena puedes aprovechar para dar un paseo por el Raval, ver alguna expo en el MACBA o sentarte a mirar skaters (muajaja).
Tarde en Gracia. Si tienes fobia a los turistas intenta huir del Paseo de Gracia pero te perderás la Pedrera o Casa Batló (es verdad, que nosotras también somos turistas) hasta llegar a Be Store para comprar algún souvenir chulo para tu novio, tu novia, o tu mejor amig@ que te esperan en casa. Casi enfrente tenemos Boo, una boutique con marcas chulísimas como Maison Kitsuné.
La vermú. Cuando empieza a caer la tarde nos dirigimos a uno de nuestros fijos en la ciudad. Dos vermut, dos tapas de salmón (espectacular) y dos bombas en La vermú. Ya somos felices.
Puedes seguir con unas croquetas en La chula, una par de tapas en Raspall y acabar con más vermut en La Bodega Marín, un clásico que nos encanta.
Pizza Parking. Las mejores pizzas de la ciudad se comen aquí. Es mejor ir pronto porque se llena y no aceptan reservas pero merece la pena. Nuestra favorita es la de huevo y trufa negra pero merece la pena compartir y probar más de una. Ñam.
DÍA 3
El tercer día nos apetece empezar con un poco de cultura, así que nos vamos a uno de nuestros museos favoritos en la ciudad, la Fundación Mies van der Rohe. Creada en 1983 por el ayuntamiento de Barcelona, además de atender a la conservación y el conocimiento del Pabellón Mies van der Rohe, la Fundació impulsa el debate, la difusión y la sensibilización sobre temas de arquitectura y urbanismo contemporáneos. También promueve el estudio de la obra de Ludwig Mies van der Rohe y del Movimiento Moderno.
Para comer tenemos antojo de algo exótico así que nos vamos a nuestro indio favorito, el Masala 73, un curry bar en el eixample que nació de un foodtruck y que innova en la cocina india con productos de proximidad. Comenzar con los Dahli Puri es un regalo para tus papilas, nosotras continuamos con el curry de cordero y el pollo picantón.
Por la tarde el cuerpo nos pide un rato de compras, pero queremos huir de la masa de turistas del centro y nos vamos hasta Sants. Allí está el atelier de Mireya Romero, que tras empezar vendiendo vintage con su marca Neko, se ha decidido a emprender y ha montado su pequeña tienda taller donde además de continuar seleccionando piezas únicas de vintage de todo el mundo, elabora su propia colección handmade. Muchas horas de trabajo y muy buen ojo para el diseño dan como resultado piezas únicas y especiales que hacen que merezca la pena pagar un poquito más y apoyar el comercio local, además esos preciosos pantalones de cuadros no los va a llevar nadie más.
Como es nuestro último día nos vamos dando un paseo y nos perdemos un ratito, haciendo fotos y sentándonos en cualquier rincón.
Para cenar nos vamos al Chicha Limoná, queremos probar su Menú degustación con maridaje de vinos. Nuestros platos favoritos son el sashimi de salmón, la croqueta de bacalao y piquillo y su sorprendente postre, cuyo ingrediente principal ¡es el boniato! Sabemos que suena raro pero está buenísimo, atrévete que merece la pena.
¿Ya se acaba? NOOOOOHHHH... Nos hemos dejado un montón de cosas por ver y hacer. Volvemos en el AVE con la mirada perdida y pensado en todo lo que haremos en la próxima visita. Tranquilas, en dos días el bajón se habrá pasado. Recuerda que tienes dos dorayakis de matcha en el bolso para ayudar a superarlo.
Cristina Valbuena y Cristina Alonso.